Presentation Zen en la Práctica

Hace una semana en una charla para la fuerza de ventas de una importante empresa transnacional tuve la oportunidad de experimentar lo que predica Garr Reynolds en su libro y Blog Presentation Zen, del que tuve noticias gracias a Ramiro Casó http://www.ramirocaso.com/

Garr Reynolds manifiesta que en nuestras presentaciones debemos emplear láminas sin texto y utilizar más imágenes acompañadas con un corto mensaje, utilizando letras de gran tamaño que den una idea del punto que se va a desarrollar, la recomendación es pensar en la lámina como si fuera una publicidad de medios exteriores o el anuncio de una revista.

El resultado fue positivo, al consultar a los asistentes qué les había parecido la presentación, estos manifestaron espontáneamente que gracias a las imágenes se les hizo más fácil captar la idea que se quería transmitir, la razón es que los seres humanos están familiarizados solo hace cinco mil años a la lecto-escritura sin embargo han vivido desde hace cientos de miles de años captando a través de la vista imágenes que procesa su cerebro; de hecho, la mente convierte en imágenes las palabras que lee o escucha, cuando empleamos fotos en nuestras presentaciones para transmitir un mensaje es similar a desarrollar software en lenguaje de máquina, más rápido y fácil de entender.

Por ejemplo, emplear esta imagen cuando estamos hablando de superar los obstáculos puede ayudar a los participantes a recordar las ideas expresadas. Asimismo, al final de la presentación cuando retomamos los aspectos más importantes de la misma, solo colocamos las imágenes de los puntos que queremos destacar, sin textos.

Desde el punto de vista de los asistentes es obvio que se les es más fácil y ameno participar en presentaciones cargadas de imágenes pero desde el punto de vista del presentador implica mucha más dedicación y esfuerzo, la selección de las imágenes es un aspecto clave para que la idea sea captada correctamente.

En los ejercicios realizados en clase de Investigación de Mercados hemos comprobado como una imagen es percibida igual por la mayoría de los participantes, pero si la idea que queremos transmitir no es igual a la que la mayoría asocia en su mente esta bloqueará el mensaje que se desea transmitir.

Buena parte de la realización del material consiste en la búsqueda y selección de las imágenes, pero gracias a Internet el trabajo se hace más fácil y podemos obtener imágenes que de otra forma ni habríamos soñado en conseguir. Por ejemplo, esta imagen de Hans el listo “The Clever Hans” una foto tomada en Berlín a principios del siglo pasado cuando Hans, un caballo que sabía contar, demostraba a los asistentes que podía dar la respuesta golpeando con su pata el piso a cualquier suma u operación aritmética simple.

Como presentador debes conocer la secuencia de ideas y recordar claramente el concepto que se desea transmitir en cada imagen sin olvidar ningún aspecto de interés, empleando viñetas es más difícil olvidar los puntos porque estas te sirven de apuntador.

Los invito ver la charla que Garr Reynolds hace en google authors e intentar en su próxima presentación la técnica de Presentation Zen, después me cuentan sobre su experiencia (la charla está abajo en el blog).

Las imágenes son el lenguaje del cerebro, facilitémosle el trabajo…